Al llegar las pizzas ordenas que pongan micrófonos escondidos en las cajas y haces que las envíen adentro. Al punto de encuentro asisten dos oficiales del grupo Halcón, desarmados y llevando solo la comida, mientras de las puertas del banco salen tres atracadores disfrazados con máscaras escoltando unos cuatro rehenes, los oficiales colocan las cajas y las bebidas en el suele y retroceden mientras los atracadores sueltan a los rehenes, recogen la comida y vuelven rápidamente adentro del banco. Una vez asegurados los rehenes los desplazan a tu centro de mando.

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“Quiero que evalúen si no tienen heridas y si están mentalmente sanos, luego los interrogaremos para saber lo más que podamos de los atracadores. Ahora enciendan los micrófonos… esperemos que no los vayan a encontrar”, dice el comandante de Halcón.

Una vez encendidos los micrófonos, en algunos de estos puedes escuchar unas conversaciones sueltas que parecen venir de los rehenes mientras que en los otros escuchas un chirrido mecánico y difícil de describir. “Tal parece que están en la bóveda, ¡¡¡tenemos poco tiempo… hay que actuar lo más pronto posible!!!”, dice desesperado el comandante de Halcón.

Sales un momento a meditar el siguiente movimiento y a comer en un restaurante cercano, mientras tanto ves como los medios ya están divulgando la noticia, puede que haya llegado a todo el país o peor aún… el mundo.

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Después de comer regresas al centro de comando, el comandante parecer estar preparando una unidad de asalto sin tu permiso. Te acercas a reclamarle este acto, te mira con desdén y responde: Halcón ha asumido el mando de este operativo y procederemos a entrar, cada hora, minuto y segundo los pone más cerca de su objetivo… ¡y mientras viva eso no sucederá!”, dice el comandante.

Has perdido el control del operativo y no te queda más que observar. El comandante organiza a sus unidades después de unos minutos están todos en posición para entrar, pero sucede algo…. Se escuchan disparos desde adentro, después de unos segundos de sorpresa el comandante se exalta y toma su radio: “¡Entren ahora mismo! Tienen permiso de abrir fuego de ser necesario”. Todas las unidades de Halcón entran por el techo, las ventanas y el sótano, evitando que nadie salga de ahí. Después de unos minutos de suspenso las unidades confirman haber detenido a uno de los atracadores, por lo visto asesino al guardia de seguridad y a sus cómplices.

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El comandante de Halcón se te acerca y te susurra al oído: “usted se hará responsable por este fracaso”, y lentamente se retiro del centro de mando.